Creación. Escribe un artículo.

El orgullo falso de nuestro país


Es de gran importancia mencionar, que en nuestro país, el fútbol se convierte en el principal deporte. Aquí en nuestra patria, donde dicha actividad es uno de los principales temas de diversión. No existe genero de entretenimiento que nos falte, al cual nos acomodamos indudablemente.
-¿Qué lugar es éste?- me comentaba un extranjero llamado Eberardo, proveniente de Vietnam. Allí, donde la miseria te corroe por dentro.
-Mucho trabajáis - decía él, que observa un país lleno de riquezas. Pero en verdad, la patria crecida es la que se aprovecha de los países más pobres.
-Pasado un poco el rato, me preguntó, él que era un aficionado al deporte, audaz y fuerte en actividades físicas.- ¿grandes torneos de juegos habrá?
-No,- le decía yo
-¿No gusta la gente del ejercicio?
-La gente, se acomoda a las nuevas tecnologías, y rápidamente se olvidan de la importancia del ejercicio físico. Aunque sí, les hes de gran placer sentarse y contemplar durante horas,como juegan un equipo de personas, al fútbol.
-Iremos pues ha ver un partido futbolístico.
-Pero habrá juegos de mil suertes diferentes, como en todo el mundo... habrá baloncesto, ciclismo, moto Gp... pero en uno solo se centra la importancia.
-No hay nada para el público: el público no juega. Es de ver la cara de los extranjeros cuando se les dice francamente que el público español, no siente la necesidad interior de divertirse. Creía mi Eberardo, que los estaba yo vacilando, y con rostro desconfiado me, dijo: 
-Iremos pues a ver fútbol, al estadio de Balaidos.


-Pero señor mío- le interrumpí yo-. Hoy nadie juega en Balaidos.
-Pues iremos, a un bar.
-Nada más cierto, sin embargo, que este tirstísimo retrato de nuestras costumbres. Donde la diversión de las gentes, se centra en tres o cuatro bares de cualquier calle de Vigo. Apilándose la muchedumbre, por ver el falso orgullo de nuestro país.
-Aparecimos pues, en un bar de Corujo, con un nombre muy peculiar, Agacha a Testa. Creíamos haber aberiguado tal nombre, cuando Eberardo, iniciándose a entrar por la puerta principal, golpeándose inevitablemente, con el techo. Reía yo, con gran ímpetu, pero corté mi risa, al ver que Eberardo me miraba con despreció.
-Hay de aquellos! que les entra la risa impetuosa. Que estando en dicha situación, puede ser incluso trágico, y malévolo para otros. Que nosotros, creemos no hacer ningún daño.
-Lindo Bar: es preciso observar otros locales antes de meterse en tal osadía. Pero este parecía ser el mejor, aun siendo así, la gente se apilaba, se gritaban, se reían, se peleaban... 
-Realmente hubimos de confesar que Agacha a Testa es la mejor, en comparación con los demás.
-Empezó así el partido, cuando Eberardo me preguntó.- es esto realmente la pasión por el deporte?
-Sí- le contesté yo. 
-La gente, se ilusiona con el orgullo falso de nuestro país, al que le suelen llamar fútbol. Piensan que por ser mejores en tal deporte, somos superiores a cualquier país en: desarrollo, política... Muy equivocados estamos pues. Con tal pensamiento solo nos hundimos, e nuestras propias ideas y orgullo.
-Pasado un largo rato, el Celta había metido su primer gol. La gente se alborotaba, gritaba se estremecían de alegría. Eberardo, se limitaba a ver la situación, con extraña lejanía.
-Creía yo, pues, que el vietnamita se encontraba un poco desilusionado, al llegar a España, con la motivación de aprender nuestros deportes, y simplemente observar el panorama de tensión futbolística que se respiraba.
-Al cabo de quince minutos, y ya comenzada la segunda parte del partido. El Deportivo había metido su gol primerizo, el cual, el Celta intentaba evitarlo desarraigadamente.
-En el bar, se holló un gran conjunto de alborotos de gritos y enfados. Eberardo ya cansado, de la situación me dijo- vamonos de tal alboroto!
-Salimos pues, y no dirigimos a casa, ya anochecido.
-Llegando me puse, a pensar sobre lo ocurrido. I exclamé con rabia: que vergüenza! que osadía! que injuria! que discordia! que alboroto!. Que esperamos pues de tal deporte? no conseguiremos nada, no consiguiéremos ser mas grande, no conseguirnos ser más fuertes. La sociedad estará satisfecha con tal orgullo! simplemente nos lleva a una falsa alegría.